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CIS University Mercedes Otegui, profesora de Environmental Issues en CIS University “No hay un Planeta B”

Mercedes Otegui, profesora de Environmental Issues en CIS University: “No hay un Planeta B”

Por Ekaterina Panferova

“Cuando tenía 19 años mis padres me llevaron a Wisconsin, y cuando mi padre vio los alrededores de la  Lawrence University, dijo: ‘De ninguna manera, Mercedes; Vas a volver conmigo a San Sebastián. No te voy a dejar en medio de la nada’, y yo le dije: ‘No. Me quedo. Quiero seguir esta carrera’”.

Para Mercedes Otegui, profesora de CIS University, el largo y variado camino hasta convertirse en defensora del medio ambiente comenzó “en un lugar rodeado de pastos vacíos, vacas y queserías; en el emplazamiento conocido en Estados Unidos como ‘el Estado de los Quesos’”.

Después de cuatro años en Wisconsin, donde adquirió conocimientos en zoología, botánica y microbiología combinados con la mejora de su inglés, Otegui perfeccionó sus estudios en la Duke University, donde estudió gestión ambiental y políticas de recursos económicos durante dos años.

Posteriormente, se mudó a México por 25 años y orientó su carrera profesional a la preservación de paisajes y especies naturales, trabajando en organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, según la profesora: “Después de un cuarto de siglo viviendo en América Latina, decidí regresar a mi país de origen, España”.

Tras su regreso a España, ¿cómo ve el estado actual de la conciencia ambiental aquí?

Cuando regresé, vi que, lamentablemente, el medio ambiente estaba estrechamente entrelazado y asociado con la política. El medio ambiente no es una postura política, es un hecho. Es una realidad. Es ciencia en su máxima expresión. No entiendo por qué la gente no tiende a verlo como la emergencia que es hoy en día. Se pierden especies, se pierde biodiversidad y los límites del planeta se están traspasando. ​​

Al impartir un curso de Environmental Issues en CIS University, decidí que no iba a compartir ninguna opinión personal sobre ninguno de estos temas. Estoy presentando únicamente hechos respaldados por la ciencia. No intento crear un síndrome de ansiedad en mis alumnos; sólo deseo que estén más comprometidos y sean más conscientes. Y ahora, después de estar en esta universidad durante tres años, sigo manteniendo este enfoque.

¿Cuál de los problemas ambientales cree que no se aborda con suficiente determinación?

Trabajar en México me ofreció la oportunidad de relacionarme con diferentes culturas. Fui testigo de la pérdida de lenguas tradicionales y conocimientos ecológicos que se transmiten oralmente entre generaciones. Se está olvidando un enorme caudal de conocimiento acerca de cómo gestionar la naturaleza con métodos tradicionales. Podemos aprender mucho del pasado, y a corto plazo, siempre es beneficioso plantear un enfoque sostenible.

¿Qué ha aportado al campo de la enseñanza su experiencia previa como defensora del medio ambiente?

La pasión, el convencimiento, la urgencia que intento transmitir a mis alumnos. Puede que estemos en un aula, pero mientras hablamos, se está perdiendo una especie. La asignatura Environmental Issues no es la clase que se debería olvidar tras obtener una calificación. Esto es algo que debemos incorporar a nuestra vida cotidiana y transmitir a las generaciones futuras. Esto no es una moda “hippie”, ni un eslogan de ecologistas trasnochados. Siempre digo que es urgente actuar ahora porque ya llegamos tarde.

¿Es posible crear algunos hábitos que provoquen un cambio?

A veces todo lo que se necesita es un poco de energía y un poco de motivación. Por ejemplo, neutralizar la huella de carbono. Cuando compras un billete de avión, casi siempre tienes la opción de pagar unos euros adicionales y compensar tus emisiones de CO2 durante el viaje.

¿Qué consejo le darías a los estudiantes que aspiran a convertirse en activistas ambientales o simplemente a valorar el medio ambiente?

Les pediría que miren a su alrededor, que vean lo que sucede fuera de su zona de confort, que sean conscientes de los desafíos que se avecinan y que respeten los valores intrínsecos de la naturaleza. Les aconsejaría que leyeran las noticias todos los días: las noticias medioambientales. Una gran tragedia está ocurriendo en todo el mundo. ¿Y adivina qué? Va a impactar su actual burbuja de bienestar. Todos estamos interconectados. Entonces, cualquier cosa que esté sucediendo ahí afuera te afectará. Puede que no sea hoy, puede que no sea mañana, pero algún día te afectará de alguna manera. Y este es mi lema para ellos: «No hay un planeta B». Marte no es una opción, Venus tampoco es una opción… este planeta es todo lo que tenemos. Éste es nuestro hogar, punto.